¿Cómo controlar el tiempo?
O como conseguir un control sobre el tiempo es una destreza lenta y apasionante que nos dará más de un quebradero de cabeza. Todo directivo debe entender que lo primero, y más importante, es amar el tiempo ya que solo así conseguirá alcanzar una gestión eficaz. Partiendo de aquí entenderá que solo el esfuerzo continuado nos dará cada vez mejores resultados y nos obligará a desconfiar de las tareas urgentes o importantes.
Como decía Einstein el tiempo es una consecución de eventos o acontecimientos por lo que si logras identificar estos le habrás dado un golpe de efecto a su gestión. Debemos identificar las actividades que no son productivas, aquellas que nos originan pérdidas de tiempo, y eliminarlas cuanto antes.
Se trata de identificar la secuencia de eventos para decidir lo que haremos con ellos:
No debemos hacer:
Aquellos que constituyen una pérdida de tiempo y no producen resultado alguno. Una buena pregunta es la de ¿Que ocurriría si no se hiciera? Si la respuesta es nada debemos entender que es un buen momento para mejorar en nuestra capacidad de decir no a todo lo que no nos suponga un retorno claro.
Debemos delegar:
Aquellas tareas o eventos que alguien pueda realizar sin que tú tengas que intervenir.
Haremos:
Aquellas que supongan un si rotundo a la mejora de nuestra productividad y que nos ayuden mejorar el ratio beneficios/tiempo.
Aquellas que supongan un si rotundo a la mejora de nuestra productividad y que nos ayuden mejorar el ratio beneficios/tiempo.
La esencia de la administracion del tiempo no está en vigilar nuestro reloj constantemente o en mantener horarios rígidos sino en gestionar adecuadamente cualquier tarea.
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